Hay momentos en lo que escribir nos ayuda, sencillamente a descongestionar nuestra cabeza de mensajes y pensamientos sórdidos, desconectados d elo que, usualmente denominamos nuestra propia realidad y genera en sí mismo una pseudoparanoia dandole esa sordida personalidad a un personaje siniestro que, en definitiva no sigue siendo sino una proyección de nosotros mismos pues, sabido es, y miente quien así no lo crea, en toda obra literaria hay algo de inconsciente de la propio biografía del autor.
Este es un concurso o una posibilidad de desarrollar más este tipo de lenguaje, sórdido, atroz, despectivo incluso macabro, qu een otros contextos no tiene cabida y que aquí´, sin embargo es bien acogido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario