Hoy hablaremos y recomendaremos un autor y una obra curiosa... Autor curioso porque aun cuando nadie es profeta en su tierra, también dicen que no eres d e donde naces sino de donde paces y Carlos ya hace algún tiempo paciendo en la tierra maña donde triunfa en lo literario, en lo social, en lo cultural, un terreno duro para lidiar en tiempos donde, lo de pensar, está cayendo en caída libre hacia el abismo del absurdo y que quien piensa está condenado a estar en soledad o, cuando menos , siendo tratado como un bicho raro, muy raro.
Ayer, Carlos nos presentó su última obra, mal llamada obra pues yo diría qu es más una amplia colección de relatos, cuentos y narraciones. Es un compendio de ocho "librillos", a modo de enciclopedia de relatos todo en un pack de ahorro, término tan de moda, sin que por ello pierda ni un nada de calidad. Libro anárquico en el buen sentido, ya que cualquier día puedes abrir por cualquier lugar y leer un extraordinario relato; sin extensiones, si pretensiones, pero siempre un texto que entraña algo de nostalgia y rebeldía, "Tundidor 100%".
El libro tiene un punto interesante ya que parece estar escrito para personas mayores o con deficiencia visual, con un apel blanco con tinta negra y con un tamaño de letra sensacional para los qu e no tenemos la suerte de tener la vista como una d elas preferencias en la vida.
Los textos trabajan todo, desde la nostalgia, al resentimiento, a los relatos intimistas, o relatos de post-guerra, como parece, desde el título que va a ser su fundamente y que, finalmente, no lo es. Un texto sencillo sin grandes términos abstractos, confusos y revueltos, al pan pan y al vino... al vino lo que quieras pero que se entienda y así es, claro lenguaje.
¿Lo negativo? el número de páginas: 800, tal vez en dos entregas hubiera quedado más asequible pero no obstante, el libro es altamente recomendable como regalo para el día de l amadre o cualquier ocasión.
Rafael Castro Martín
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