Felix LOPE DE VEGA y Carpio
“ Nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562 y falleció un día como hoy 27 de agosto de 1635. Uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y uno de los más prolíficos autores de la literatura universal. Cervantes llegó a llamarle «Monstruo de la Naturaleza».
Fue un niño precoz, pues leía castellano y latín, y componía versos a los cinco años de edad. Por su conducta desordenada y mujeriega no logra ningún titulo en la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió durante cuatro años. Y para ganarse la vida tiene que trabajar como secretario de aristócratas y prohombres. Después se alista a la marina a las órdenes de Don Álvaro de Bazan, a quien después le dedicará una comedia.
Fue desterrado 8 años de la corte y 2 del Reino de Castilla, por denunciar a través de unos versos la situación de su amor Elena Osorio y de su padre, empresario teatral para el que trabajaba, creándole comedias para su compañía. Al casarse Elena, por conveniencia, con el noble Francisco Perrenot Granvela, hizo Lope de Vega circular entonces contra ella y su familia unos libelos:
Una dama se vende a quien la quiera.
En almoneda está. ¿Quién compralla?
Su padre es quien la vende, que aunque calla,
su madre la sirvió de pregonera.
...
En 1844, se acordó cambiar el nombre de la calle Cantarranas (denominada así por los grandes charcos que formaban las huertas del monasterio de San Jerónimo el Real en la zona más baja de la calle), por el del famoso escritor y vecino próximo en este Madrid de los Austrias, en el mismo barrio de Las Letras. Esta calle desciende desde la calle Leon hasta el Paseo del Prado. En la parte alta de la calle, en el numero 18, se encuentra todavía el convento de la Trinitarias, en cuya primitiva iglesia fue enterrado Miguel de Cervantes en 1616 y en el que vivieron su clausura una hija de éste y otra de Lope. Como dato histórico para muchos de mis amigos, cabe reseñar, que en el número 45, casi al final de la calle, murió el 23 de marzo de 1844 el que fue presidente de las Cortes en 1841, el asturiano Agustín Argüelles, «el divino», llamado así por su oratoria durante las Cortes de Cádiz.
“ Nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562 y falleció un día como hoy 27 de agosto de 1635. Uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y uno de los más prolíficos autores de la literatura universal. Cervantes llegó a llamarle «Monstruo de la Naturaleza».
Fue un niño precoz, pues leía castellano y latín, y componía versos a los cinco años de edad. Por su conducta desordenada y mujeriega no logra ningún titulo en la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió durante cuatro años. Y para ganarse la vida tiene que trabajar como secretario de aristócratas y prohombres. Después se alista a la marina a las órdenes de Don Álvaro de Bazan, a quien después le dedicará una comedia.
Fue desterrado 8 años de la corte y 2 del Reino de Castilla, por denunciar a través de unos versos la situación de su amor Elena Osorio y de su padre, empresario teatral para el que trabajaba, creándole comedias para su compañía. Al casarse Elena, por conveniencia, con el noble Francisco Perrenot Granvela, hizo Lope de Vega circular entonces contra ella y su familia unos libelos:
Una dama se vende a quien la quiera.
En almoneda está. ¿Quién compralla?
Su padre es quien la vende, que aunque calla,
su madre la sirvió de pregonera.
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En 1844, se acordó cambiar el nombre de la calle Cantarranas (denominada así por los grandes charcos que formaban las huertas del monasterio de San Jerónimo el Real en la zona más baja de la calle), por el del famoso escritor y vecino próximo en este Madrid de los Austrias, en el mismo barrio de Las Letras. Esta calle desciende desde la calle Leon hasta el Paseo del Prado. En la parte alta de la calle, en el numero 18, se encuentra todavía el convento de la Trinitarias, en cuya primitiva iglesia fue enterrado Miguel de Cervantes en 1616 y en el que vivieron su clausura una hija de éste y otra de Lope. Como dato histórico para muchos de mis amigos, cabe reseñar, que en el número 45, casi al final de la calle, murió el 23 de marzo de 1844 el que fue presidente de las Cortes en 1841, el asturiano Agustín Argüelles, «el divino», llamado así por su oratoria durante las Cortes de Cádiz.
