jueves, 18 de febrero de 2010

"tan sólo... MÄS ideas" -estracto

"Estracto del ensyo "tan solo... más ideas", segunda parte del ebsayo de desarrrollo personal del mismo autor - Rafael Castro Martín -  "tan sólo... ideas"

DIOS



Este es el término más controvertido y que más movimientos de masas humanas ha promovido desde que tenemos conocimientos histórico de la humanidad como ente social.



Son cuatro letras que aisladamente no suponen ningún temor ni ninguna significación específica y que posteriormente unidas constituyen una de las mayores conexiones con nuestra propia realidad extraterrena o, dicho más mundanamente, más allá de nuestra propia realidad del aquí y ahora. Supone resolver la enigmática pregunta que toda la filosofía se ha estado preguntando desde los tiempos prehelénicos



¿Quién soy yo?



Las respuestas las hay de todos los colores e idiomas, en todas sus formas y acepciones, unitario y múltiples, vacíos incluso, llenos de imaginería, sin nada de nada, en definitiva, el mosaico de posibilidades es tan extensa como la humanidad misma conforme fue creciendo.



Sin embargo, cuando comencé a estudiar desde el sonido la emoción que desprende el término fonético “dios”, comprobé. Con gran sorpresa para mí, que hay culturas, y con ellas idiomas, donde las vocales no pueden ser escritas, sí pronunciadas pero no escritas. Y esto me hizo plantearme la reflexión del por qué no pueden ser escritas las vocales en general y en este término en concreto. En un principio es fácil comprobar que los únicos fonemas sonoros por sí solos, sin ayuda de ningún otro son las vocales, sean las que fueran, salen libremente según la apertura de la cavidad bucal mientras que las consonantes van con-sonantes, esto es con vocales en una inmensa mayoría. Esto no resulta difícil de comprobar. Pero ¿Y el término Dios? ¿Qué conlleva pronunciar las vocales del término Dios?



Para ello hay que hacer un pequeño juego de letras, a modo de “Scrable” y extraer las vocales



Dios…… IO



¿Tal vez el término dios supone un temor a descubrir que la esencia de dios soy yo?, no, esto no significa que yo soy dios, pero si que dios está dentro de yo, o de mí y yo estoy en el centro de dios. Esto tal vez supone no en vano, una sabiduría cosmológica sin precedentes que tal vez nos conllevaría a entender que si nosotros no somos capaces de aceptarnos como somos, y actuamos como lo que somos, es decir, inquilinos en un cuerpo magnífico, difícilmente podemos entender la realidad circundante.



En la Biblia, Antiguo testamente dice “dios nos hizo a imagen y semejanza suya” sin ningún genero de dudas ya que somos parte de él. De tal modo que considerar a dios como un abuelito porque tiene forma andrógena queda algo… pueril y primitivo. Quizás pueblos de historia más antigua como el hebreo tenía prohibida la reproducción de imágenes de la divinidad, para evitar caer en estos errores fácilmente evitables.



Así pues, señores, no somos dioses, somos lo que somos, esencia divina en estado puro que hay que cuidar y conservar como cuidaban los hombres de las cavernas el fuego para que no se apagase ya que le suponía el soporte que les daba la vida. Nuestro fuego esta dentro de cada uno y así podemos ir alimentando nuestra esencia divina no desde el pragmatismo y la intolerancia sino desde la compasión y la ayuda al otro que sigue siendo parte de mí mismo porque a fin de cuenta sigue siendo una esencia divina igual que la mía, con diferente carrocería pero mismo conductor. Un coche es diferente de otro pero todos son conducidos por personas, y ahí estamos todos en el mismo viaje hacia la pura luz, llámese resurrección, llámese iluminación, llámese como se quiera llamar. Yo soy lo que soy… no hay otra cosa.





No hay comentarios: