viernes, 24 de julio de 2015

Te ayudamos a identificar y evitar el leismo

Cómo identificar y superar el leismo

Cómo identificar y superar el leismo

Igual a muchos os sorprende que escriba un artículo sobre este tema. Soy consciente de que en la mayor parte de las regiones castellano-parlantes, el problema del leismo no existe, pero yo he nacido en una zona "leísta" por definición. Me cuesta mucho no meter la pata, así que, principalmente, escribo este artículo para mí, y si a alguien también le sirve pues estupendo.

Definición de leismo:

Se considera leísmo al uso indebido de la forma le(s) (formas que se refieren al complemento directo) cuando se utilizan para señalar al complemento directo lo(s)/la(s).
el leismo se produce por un error al componer el complemento directo
Pero este cuadro que parece tan sencillo no lo es tanto dependiendo del verbo que utilicemos en la oración. Los verbos y construcciones verbales que dan lugar a confusión entre los complementos directos e indirectos son:
1-Verbos de afección psíquica: afectar, asustar, asombrar, convencer, divertir…
2- Verbos de influencia: autorizar, ordenar, invitar, permitir…
3- Verbos de percepción: Ver y oír
4- Oraciones impersonales con «se».
5- Verbos construidos con complemento directo de cosa e indirecto de persona.
Empecemos, entonces a desenmarañarlos uno por uno.

El dativo y el discursivo

leismo, loismo y laismoEsperad, esperad… Antes de comenzar a enumerar, un inciso. ¿Sabéis qué son las formas dativas y causativas? Porque en muchos sitios las nombran y no es más que…
Dativo- Se refiere al objeto indirecto que completa la significación del predicado indicando con quién se relaciona indirectamente la acción verbal, de modo que ese objeto indirecto reciba provecho o daño de la acción en cuestión.
Acusativo- El acusativo es el caso que se utiliza para designar el objetivo primero o el resultado de la acción verbal. O sea, el complemento directo de la oración.
Podéis ampliar la información aquí

1º- Verbos de afección psíquica

Son los que expresan alteraciones del ánimo en las personas y provocan reacciones emotivas. Dependiendo del sentido de la frase, admiten los dos tipos de pronombres (dativo y acusativo). ¿Y cómo puede cambiar un pronombre lo que significa la oración?
Como todo lo que tiene que ver con los sentimientos y emociones, depende de lo que el sujeto se implique en la acción. Vamos a poner un ejemplo:
Tomemos esta oración:
A la princesa de los labios de fresa la molesta el trovador enamorado.
(O sea, que el trovador está molestando intencionadamente a la princesa con sus afectos. ¿Le cantará canciones de reaggeton sin darse cuenta que la princesa es rockera hasta la médula?). La consecuencia directa de la actuación del trovador es la molestia de la princesa.
A la princesa de los labios de fresa le molesta el trovador enamorado.
(Pobre trovador. La princesa no le traga, ni a él, ni a sus canciones. A todos nos ha pasado alguna vez lo del desamor a primera vista). El trovador aquí no hace nada. Esa molestia no es consecuencia directa de su actuación así que la princesa es tratada como un complemento indirecto.
A la princesa de los labios de fresa le molesta escuchar palabras de amor.
(Ay, ay… ¡Qué tendrá la princesa en contra de las palabras de amor! Es un sujeto carente de voluntad propia. Las palabras de amor no tienen intenciones ocultas por sí solas). Aquí es más fácil ver que la princesa es el complemento indirecto de la oración.


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