Tus bragas
Cuantas veces, cuando alguien viene a consultarme
cuestiones de crecimiento personal, falta de autoestmima, desidia vital, le
dices “Cuéntame qué TE sucede” el matíz del TE en mayúsculas no es aleatorio ya
que justamente ahí es donde empieza el tema.
En el mejor de los casos empiezan por un yo, hasta aquí
correcto, el proceso de saltar de aquél
yo hablando de sí mismo a que el problema es que fulatino, menganito o los dos
a la vez, en ocasiones es de centésimas de segundo. Es bárbaro con la facilidad
con la que conseguimos encontrar causantes de infelicidad propia… sí sí lo
repito “causantes de infelicidad propia”, esto es soy infeliz porque los demás
me hacen infeliz, o cuando menos al cabo de otras décimas de segundo te acaban
diciendo “bueno, quizás es que no me hacen feliz”, porque sin duda que alguien
te haga infeliz suena demasiado duro.
En una ocasión llegué a estar casi tres cuaros de hora
escuchando hablar de “otros” hasta que empezó a hablar de sí mismo, y le dije “
-
¿Llevas casi una hora hablando de los
demás y ahora me hablas de ti”
-
es que yo conmigo no tengo problemas
-
vamos a hacer una cosa – expongo – vamos a hablar de la persona que está justamente en
este momento dentro de tus bragas ¿vale?
- Obviamente me miró con cara de
sorpresa- es cierto dije bragas, ropa
interior, generalmente de licra, algodón… ¿conoces?
-
Sí claro las llevo puestas
-
Perfecto, pues es solo de ésa persona de
la que quiero hablar, porque, además, es a la única persona que le voy a poder
cobrar la consulta
Es
cierto, dije bragas porque es un término que, aun no siendo nada ofensivo ni
escabroso siempre es un nombre de una prenda que genera cierta estupefacción cuando se nombra y que, esta
terminología algo obscena hay qu ereconocerla no es muy educada ni cortes pero
ayuda, en petit comité a que la gente
esté más consciente y por ello e smucho más útil para el resultado final
-
¿dónde estábamos?
-
En mis bragas – dijo algo molesta
-
No, disculpe, en la persona que hay
dentro, ni siquiera me interesa el cuerpo sino la persona – claro pero es que
cuando yo me pongo así autom´aticamente me dicen …
-
¿Quién…?
-
Todos
-
¿Qué están…? – silencio - ¿en sus bragas… ¿
no creo
-
No claro fuera
-
Entonces no me interesa… hábleme de la
persona que está dentro, no fuera, de sus bragas exclusivamente
El
silencio de tensión se fue tornando en algo más luminiscente, como si la
persona realmente hubiera entendido que no tenía ningún misterio ni mensaje
oculto erótico ni sexual, sino que sencillamente quería hablar con ella porque,
en realidad el problema en el 90% de los casos, este uno más, y en un
porcentaje muy elevado por no decir total es nuestro.
La
persona no se puede abstraer de lo que le dicen, pues el oído está hecho para
oir, aun cuando no siempre para escuchar. Podemos sentir, per las sensaciones
son siempre subjetivables, podemos pensar pero el pensamiento es nuestro, y su
cambio, o no, depende total y absolutamente de uno mismo. Puede hablar lo que
no pueden es obligarte a que creas aquello que te digan como una verdad
absoluta, pues en definitiva, como decía mi maestro, verdad absoluta solo hay
una en esta dimensión espacio temporal que coocemos: si un día has venido a
este mundo, un día te irás, esto no admite discusión, lo demás en mayor o menor
medida es discutible y tiene sus consecuencias según lo que uno opte por hacer.
Así pues, cuando algo te suceda y te
acontezca, mira primero hacia dentro y planteate desde dónde viene esa emoción
o ese sentimiento porque si no viene de tus bragas o desde dentro de ella son es
tuyo y en consecuencia con no cogerlo… resuelto. Sí, es cierto, la teórica es
muy fácil de describir y cambiarlo no es cosa fácil, ahor bien toda larga
travesía empieza por un pequeño paso cuando antes empieces… y una vez que
empieces ya no pares, solo hacia delante, siempre…
Suerte
Rafael Castro Martín
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