Carta al Amor... propio

Querido amor... :


Es cierto, hemos estado largo tiempo sin hablarnos. Tal vez desde aquél momento en el que un individuo de mucha más edad que yo me dijo que hablar contigo era Vanidad. Aquello fue un duro golpe pues justa hasta ese momento me llevaba bien contigo que es lo mismo que llevarme bien conmigo mismo pues en esencia tu y yo no somos sino dos caras de una misma moneda con la particularidad de que, estas dos caras en algún momento sí se vieron cara a cara y hablaban, jugaban incluso y andaban en la misma línea de crecimiento... hasta como te digo, hubo un momento en el que alguien, da igual profesores, padres, hijos, parejas amigos conocidos, todos esos me dijeron que no debía escuchar a mi amor propio, y mira en ese momento cometí, seguramente la peor estupidez que puede hacer un ser humano: Creérselo a pies juntillas sin discusión alguna
Por ello ahora, cuando ha pasado tanto tiempo, con sonrojo de vergüenza por el tiempo dilatado y la desidia adquirida, he decidido enviarte una breve misiva por si todavía sigues escondido por ahí como ese niño interior que todos tenemos y que, no sin razón, hoy estarás enfadado con más razón que un santo y por ello te pido humildemente que me acojas en tu seno y sigamos caminando juntos, con respeto, tolerancia y buen humor, sabiendo que el amor propio llevado desde el corazón no es vanidad, ni egolatría, sino equilibrio  y armonía espiritual de cada individuo.
Somos uno indisoluble no nos apartemos de la realidad que nos toca vivir nuestra con nosotros, aprender que nos necesitamos porque nos queremos y no nos queremos por que nos necesitamos, no hay dependencia entre uno y sí mismo sino respeto cariño y tolerancia. Aceptar que cada uno es como es sin más, sin tener que etiquetar con bueno y malo todo cuanto hay por el mundo... somos seres humanos, en nosotros mismos somos lo más de lo más y hay que aceptar eso sin vanidades ni glorias de nadie sobre nadie sino sencillamente, es así porque la vida es así y ya está, sin complicaciones excesivas vamos.
Así que, como se decía antiguamente en los protocolos epistares, confíoq u eal presente de ésta estéis todos bien yo bien gracias... y de todo corazón me llanará d eorgullo el descubrir-me siendo lo que soy nada más, pero también nada menos , algo mágico y fantástico


Gracias mi amor... propio